Hola a tod@s!
Los que comienzan a familiarizarse con el blog saben que los
lunes los suelo dedicar normalmente a la publicación de la “Viñeta de la
semana” pero durante estos días he tenido tan presente esta novela que me gustaría
compartir el anticipo de unos de los párrafos más terroríficos de la misma. Los
que ya la hayan leído sabrán a lo que me refiero y los que no, espero que les
anime a comenzar su lectura, aunque a mi me dejaba temblando reconozco que es
una de las mejores novelas de terror en general y del autor en particular, en
cualquier caso espero que disfruten el extracto…
“Y allí estaba, persiguiendo su
barco de papel por el lado izquierdo de Witchman Street. Corría deprisa, pero
el agua le ganaba y el barquito estaba sacando ventaja. Oyó un rugido y vio
cómo cincuenta metros más adelante, colina abajo, el agua de la cuneta se
precipitaba en una boca de tormenta que aún continuaba abierta. Era un largo
semicírculo abierto en el bordillo de la acera y mientras George miraba, una
rama desgarrada, con la corteza oscura y reluciente se hundió en aquellas
fauces. Pendió por un momento y luego se deslizó hacia el interior. Hacía allí
se encaminaba su barco.
- ¡Mierda!
–chilló horrorizado.
Forzó el paso
y, por un momento, pareció que iba a alcanzarlo. Pero George resbaló y cayó
despatarrado con un grito de dolor. Desde su nueva perspectiva, a la altura del
pavimento, vio que el barco giraba en redondo dos veces, atrapado en otro
remolino, antes de desaparecer.
-¡Mierda y
mierda! –volvió a chillar, golpeando el pavimento con el puño.
Eso también
le dolió, y se echo a sollozar. ¡Qué manera tan estúpida de perder el barco!
Se dirigió
hacia la boca de tormenta y allí se dejo caer de rodillas, para mirar el
interior. El agua hacía un ruido hueco al caer en la oscuridad. Ese sonido le
dio escalofríos. Hacía pensar en…
-¡Eh! –exclamó de pronto y
retrocedió.
Allí
adentro había unos ojos amarillos. Ese tipo de ojos que él siempre imaginaba,
sin verlos nunca, en la oscuridad del sótano. <<Es un animal –pensó-; eso
es todo: un animal; a lo mejor un gato que quedó atrapado… >>
De todos
modos, estaba por echar a correr a causa del espanto que le produjeron aquellos
ojos amarillos y brillantes. Sintió la áspera superficie del pavimento bajo los
dedos y el agua fría que corría alrededor. Se vio a sí mismo levantándose y
retrocediendo. Y fue entonces cuando una voz, una voz razonable, y bastante
simpática, le habló desde dentro de la boca de tormenta:
-Hola,
George.
George
parpadeó y volvió a mirar. Apenas daba crédito a lo que veía; era algo sacado
de un cuento o de una película donde uno sabe que los animales hablan y bailan.
Si hubiera tenido diez años más, no habría creído en lo que estaba viendo, pero
no tenía dieciséis años sino seis.
En la boca
de tormenta había un payaso.”
It (Eso).
(Stephen King)