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sábado, 3 de enero de 2015

Después de encontrar el camino... regreso a casa.


¡Hola de nuevo!

Como bien dice el título de esta entrada he decidido regresar pero creo que debo una explicación del motivo de mi marcha.

Cuando comencé el blog juro que lo hice con toda la ilusión del mundo y me metí tan de lleno en él que poco a poco me fue consumiendo, comencé a notar una presión debida a un sentido de “cumplimiento” hacía vosotrxs en general y hacía el blog en particular que me fue agobiando en gran medida y lo peor de todo es que perdí el placer de la lectura, la lectura que siempre me ha acompañado durante toda mi vida se convirtió de repente en una obligación y eso no lo podía permitir. De ninguna de las maneras. Jamás.

Fue por eso que corté de repente. Sin decir nada. Necesitaba respirar y replantearme muchas cosas, encontrar el camino que quería seguir y pensar como llevarlo a cabo. Dudé si continuar con el blog y uno de los alicientes que más me motivaron a la hora de retomarlo fueron los buenos momentos que la página me aportó en tan poco tiempo. Fueron pocos meses pero que los disfruté intensamente y creo que fue por eso mismo que quería “responder” de la mejor manera posible y lo que me acabó colapsando de mala manera.
Pido mil disculpas por haberme ido sin decir nada, pero realmente no podía más.

Retomo el blog y de nuevo con mucha ilusión, con las pilas a tope de energía pero ahora sabiendo que la tengo que conservar e ir gastándola poco a poco, siempre dando la oportunidad de rellenarla de nuevo sin dejar nunca que se vacíe.
Iré publicando reseñas pero esta vez con calma, creo que esa es la palabra que va a adoptar el blog durante la mayor parte del tiempo: “Calma”.

La vez anterior me marqué ciertos objetivos que fueron los que me acabaron desgastando, “tantas reseñas a la semana publicadas en ciertos días, videos musicales, viñetas, comentarios,  curiosidades…” muchas cosas se mantendrán pero de manera diferente. Esta vez cambia la dinámica la cual consistirá en escribir y publicar para mí pero siempre manteniendo al lector en mente; escribiré y opinaré cuando pueda con el fin de compartir todo mi pequeño mundo lector con vosotrxs pero con calma y tranquilidad y si no puedo publicar una reseña en una semana pués no lo haré y no pasa nada. Lo que tengo claro es que mi objetivo principal es disfrutar de la lectura y en ningún caso volver a sentir que esta me agobia. Jamás lo volveré a permitir.

Por último pero no menos importante, pido disculpas, no por haberme marchado lo cual era necesario sino por haberlo hecho sin decir nada, creo que eso fue un error y es lo que lamento de veras.

Sin más dilación, un saludo a todxs.

¡Nos leemos!


jueves, 24 de abril de 2014

"Si decido quedarme"... cuando en un instante cambia todo.






Siempre he pensado que hay libros que uno debería leer sin saber nada del argumento.
Pensadlo bien, ¿cuántos de vosotr@s llegó a leer “El niño de pijama a rayas”? Yo fui una de ellas, la famosa novela de John Boyne que se puso tan de moda en su momento, una novela maravillosa a mi parecer donde ya el autor nos advertía en la contraportada que era mejor no saber nada de lo que relataba, yo (tonta de mi) busqué información sobre ella para saber a que venía tanto jaleo y, claro, me acabé enterando de más de lo que pretendía como suele pasar en estos casos.

Recuerdo leerla e impresionarme por como un niño contaba las cosas desde el punto inocente que otorga la infancia, recuerdo como se me ponían los pelos de punta porque yo sí entendía, yo sabía qué sucedía y a quien se referían los mayores cuando hablaban de un tal “Furnosequemás”, el pequeño Bruno ni siquiera llegaba a entender la palabra.

¿A que viene todo esto? Pues viene a que he leído “Si decido quedarme” de Gayle Forman y cuando lo he hecho me he llevado la sorpresa de encontrarme con algo totalmente inesperado, pensaba que iba de la típica historia donde la chica tiene que decidir si quedarse con su novio o dejarlo por sus sueños y ni se acerca a la realidad.

Este libro lo conocí en el estante de las novedades de una biblioteca que frecuento asiduamente, tenía prisa, se hacía tarde y pasando de largo la portada me llamó la atención,… lo sé, lo sé,… no hay que juzgar un libro por la cubierta pero en este caso fue el principal foco de atención. Recuerdo que lo cogí y leí de que iba pero, con la cabeza llena por las cosas que tenía que hacer y por el tiempo que se me echaba encima, pues que no me enteré de la misa la mitad como se suele decir… y eso fue lo mejor que pudo pasar.

Cuando comencé a leer la historia tampoco tenía muchas expectativas; Mia, una chica que toca el chelo, que lo toca rematadamente bien además y que debe decidir si ir a estudiar a Nueva York con el cambio que eso supondrá en la relación que mantiene con su novio Adam. Conocemos a su familia, los padres que se quieren mucho, su hermano pequeño al que adora con locura… hasta ahí todo bien, una narración ligera y que si bien no atrapa desde las primeras páginas tampoco hace que cierres el libro a las primeras de cambio. Sigues leyendo, sigues leyendo… y de repente… de repente quedas atrapad@.

La autora de la novela nos introduce en el hecho que lo cambia todo (y que muchos ya sabrán pero yo no comentaré por si algún bendit@ aún no sabe “de la misa la mitad”) de una manera suave, yo reconozco que tuve que leer esa frase dos veces porque no me creía lo que había sucedido. A partir de entonces todo se desborda, todo cambia y de una situación idílica con una chica que debe tomar una decisión que en ese momento nos parecía hasta banal (venga Mia, solo tienes 17 años, ¡márchate ya!) vemos como ahora debe tomar otra de muchísima mayor envergadura que ya no solo cambiará su vida sino la de todos lo que están a su alrededor.

La novela es una novela “dura”, no apta para lector@s que no tengan un estado de ánimo fuerte, cualquiera que esté pasando por un estado de “bajona”, que se encuentre decaído por mil y un motivos diferentes es mejor que aplace su lectura para un momento mejor y cuando lo haga se cerciore de tener pañuelos cerca porque los necesitará (increíble el momento del abuelo hablándole a la nieta).

De la narración diré que está dividida en horas, horas que van pasando y en las que todo puede suceder, además, todo se lleva a través de flashbacks, flashbacks en los que vamos conociendo la relación que Mia mantiene con Adam, con familiares y amigos, flashbacks que nos destrozan poco a poco cuando vemos el momento presente y como ya nada volverá a ser igual.


Esta novela no llega a las 200 páginas pero es increíble como, en tan poco, Gayle Forman consigue mantenernos en vilo y llegar a emocionarnos, emocionarnos por lo que ha pasado, por lo que está pasando y por lo que está por suceder porque de eso trata la novela… al final, todo depende de su decisión.




Nota 7'5/10